Yo concibo las relaciones interpersonales como un árbol donde el tronco es la primera persona en singular y las ramas son las diferentes relaciones que se establecen con los demás como lo son la pareja, los hijos, la familia, amigos, compañeros de trabajo, conocidos y hasta desconocidos.
A TODOS SE LES DEBE UN RESPETO, UN TIEMPO Y UN ESPACIO. Todos ellos son ramas y no deben (no deberían) reemplazar al tronco. De este modo, cuando uno de ellos no esté, el árbol no se va a venir abajo (aunque duela mucho).
Muchas personas dejan marchitar sus ramas por causa de una sola rama hasta el punto de caer en cuadros depresivos cuando pierden un amigo/pareja/hijo/familiar y eso no es saludable.
Cuando se conciben las relaciones interpersonales como un árbol se protege uno mismo (el tronco), a los demás (las ramas) y los demás con relación a los demás (las ramas respecto a otras ramas)
1) ME PROTEJO A MI MISMO: Si mis ramas dicen cosas que me desagraden puedo permanecer inalterado sabiendo que la opinión más importante es la del tronco, no la de las ramas. Esto hace que yo pueda tomar solo lo positivo de los comentarios sin sacrificar la rama.
2) PROTEJO LAS RAMAS: Supongamos una situación: el próximo domingo es el concierto de Diomedez Díaz y el partido del Atlético Bucaramanga. Mi conyuge muere por ver a Diomedez y yo muero por ver al AB.
Hay 3 posibles soluciones:
-Los dos asisten a su evento favorito por separado.
-Uno "se sacrifica" por la felicidad del otro.
-Ninguno de los dos asiste a su evento favorito.
La tercera opción es la menos favorable para los dos, por tanto, para la relación misma.
La segunda opción es muy romántica y valiosa pero solo para uno de los dos. Eso tampoco es saludable ni para la relación, ni para los individuos.
La primera opción es ideal. Con ello aseguro mi bienestar emocional, el bienestar emocional de mi conyuge y al mismo tiempo tengo la oportunidad de hacer florecer las demás ramas; mi conyuge puede disfrutar del concierto con amigos/familia y yo puedo alentar a los Búcaros con amigos/familia y el resultado lógico es que al final del día los dos vamos a estar contentos y nos vamos a extrañar lo suficiente para valorar nuestra relación y fortalecerla si es necesario.
3) PROTEJO LAS RAMAS DE LAS OTRAS RAMAS: Ésta está ligada a la primera protección. Propongo otro ejemplo: Mi mejor amigo critica la manera de vestir de mi conyuge. Tres opciones vuelven a aparecer
-Darle valor e ingerencia a la opinión de mi amigo (lo cual puede incomodar y hasta ofender a mi conyuge)
-Anular la opinión de mi amigo (Lo cual puede ofender a mi amigo porque indirectamente le doy a entender que su opinión no me importa)
-Valorar la opinión de mi amigo sin que ésta afecte mi relación con mi conyuge; es decir, evaluar la conveniencia de la opinión (en el fondo mi amigo quiere lo mejor para mí) PERO, sin imponer esa opinión sobre mi conyuge. Aquí es donde se debe hacer uso de la inteligencia emocional y entender que la rama de la amistad no es más, ni menos importarte que la rama de la pareja y que las dos ramas tienen una relación conmigo, no entre ellas mismas.
Si cambiamos en el ejemplo la "manera de vestir" por "la religión", "un hábito", "los amigos", "los gustos" podemos entender mejor este punto.
Comparto mi experiencia personal. Durante 5 años estuve en una relación con "la pareja perfecta" pero esa relación me exigía tomar distancia de la demás ramas (amigos, familia, conocidos...). Con el tiempo vi que esa relación no me iba a dar la "felicidad eterna" que me prometía y tomé la decisión de dejarla a tiempo. Fue gracias a las otras ramas que no me convertí en habitante de calle (literalmente).
Es lindo tener amigos, es lindo tener familia, es lindo tener pareja, es lindo tener hijos y verlos florecer porque cuando todos ellos florecen yo florezco.
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